De la mano de grandes profesores

En los comienzos de este arte marcial en CUBA participan pocos socios, un grupo reducido que lentamente va despertando la simpatía de los demás. Al principio había duda sobre este deporte importado de un país remoto. Pero con el correr del tiempo el judo adquirió contornos de cultura y deporte, creando el espíritu de camaradería propio de CUBA.

En 1941 algunos socios sistematizan su aprendizaje dirigido por el socio y amigo Tsugimaru Tanpue. Al año siguiente los socios Federico Pilheu y Ovidio Isaurralde obtuvieron el concurso del profesor Shun Matsubara quien comenzó con sus clases de judo, marcando rumbos que no tardarían en dar buenos frutos. En 1943 Enrique Rocca es nombrado capitán general y al año siguiente lo reemplaza Julio Millé.

En 1945 los practicantes de este deporte en el Club cambian la "j" por la "y" en la palabra "judo" que pasa a escribirse "judo". Veinte años después este cambio es reconocido por el Congreso de Academias de Lengua, en 1964. Matsubara, luego de tres años de trabajar "ad honorem" fue reemplazado por Alfredo García Arzúa, quien, a pesar de su condición de profesional, acepta realizar su trabajo en forma honoraria. Por entonces se incorporan al judo de los integrantes del CCU, de donde saldrán los mejores representantes de esta disciplina. En 1946 los simpatizantes del judo ocupan un lugar bajo la entonces nueva cancha de pelota y son ellos los que juntan dinero para adquirir el tapiz.

Más tarde hubo inconvenientes con el organismo nacional que regía la actividad y al que CUBA estaba afiliado. Fue necesario retirar al Club de allí en defensa de la pureza de los principios del deporte y, junto a otros clubes, crear la Federación Argentina de judo, presidida por Carlos Castro Madero.

En 1946 CUBA gana por primera vez el abierto del Ateneo de la Juventud. En 1947, 1948 y 1949 CUBA obtiene el trofeo Club Universitario que la propia institución había creado, hazaña que merece que esa copa quede en las vitrinas del Club. Asi, en 1949 instituye la segunda copa que es ganada por Racing. Al año siguiente la gana Gimnasia y Esgrima; en 1951 gana GEBA y en 1952 la vuelve a ganar CUBA.

Esta competencia debió proseguir tras la intervención del Club pero no pudo ser por diferencias con las autoridades de aquella época en la Federación, de la cual CUBA se desafilia. Pero la actividad proseguía y en gran parte gracias a la solidaridad de la Asociación Japonesa. Los yudistas de CUBA ganan varios torneos abiertos, entre ellos el "Fundación" y "Nuestra Unión". En 1946 CUBA sale segundo en el Torneo Nacional y lo gana en 1948, año en el cual Jorge A. Bonhour gana el Campeonato Nacional Individual.

En 1946 se había ampliado la sala de judo significativamente y habían recibido el cinturón negro cinco socios. Para 1967 CUBA vuelve a afiliarse en la Federación por encontrar sintonía con las nuevas autoridades en el concepto de amateurismo. Ese mismo año se entrenó en la sala un seleccionado argentino que intervino en torneos internacionales del Brasil, en los Panamericanos de Winnipeg (Canadá) y en el quinto campeonato mundial de los EEUU.

(Extraído de Historia del Club Universitario de Buenos Aires 1918-1968)