Les compartimos unas palabras de Caro Grispo, jugadora del Plantel C

El 5 de noviembre de 2022 fue un día inolvidable para todos los que conformamos el Plantel Superior C, o mejor conocido como La CHECHU.

Desde el comienzo de este año teníamos un objetivo claro y también ambicioso, sabiendo todo el esfuerzo y la lucha que ello implicaba, pero siempre estuvimos dispuestas a hacer todo lo posible para lograrlo. Y así fue como encaramos el año, con un plantel de 40 personas, aprendiendo de los sacrificios que eso conllevaba, como
pasar fechas donde había que mirar los partidos desde afuera.

Tanta constancia y esfuerzo se vieron reflejadas en el resultado, nuestro objetivo tan deseado y ahora por suerte cumplido: el ASCENSO a la línea D. Para algunas una experiencia ya vivida estando en el plantel, aunque para la mayoría una nueva.

Lo más lindo de todo esto es haberlo compartido no sólo con compañeras de equipo, sino que también con amigas. Tantas horas semanales compartidas, hacen que en el plantel se encuentre ese sentimiento de familia y en hockey un refugio para desconectar. Un plantel donde aprendemos todos de todos, en especial del grupo al que llamamos “la experiencia” quienes no solo aportan su magia al jugar, también sus grandes conocimientos que adquirieron a lo largo de su gran trayectoria de hockey.

Tampoco quiero dejar de mencionar sus divertidas anécdotas y lo esencial de su presencia en cada momento. Para muchas de nosotras es un privilegio y algo impensado estar jugando con nuestras ídolas de este deporte.

Lo llamativo de todo esto es cómo en un plantel con tanta heterogeneidad de edades y en diferentes etapas de la vida, logramos consolidar un plantel muy unido, lo que, entre otros factores, fue lo que nos llevó a lograr el objetivo que tanto buscamos a lo largo del año.

Aparte del esfuerzo de nosotras, las jugadoras, me parece imprescindible resaltar el rol que tuvo el cuerpo técnico en todo esto. Chipi, Cufa y Javi, quienes nos motivaron e hicieron que el ascenso sea una meta tangible desde el primer momento, organizando una gran gira a Mar del Plata en la cual nos afianzamos como equipo y durante el año, sumando videos, comidas y un tercer estímulo muchas semanas. Ellos fueron quienes lograron profundizar aún más nuestra pasión por este deporte y el amor por el equipo, impulsándonos siempre a aspirar más alto.

En un año donde nos consolidamos como equipo, nos apoyamos los unos a los otros, estuvimos todos predispuestos a poner por encima de nuestros intereses personales a nuestro objetivo como plantel, y disfrutamos todas y cada una de las cosas que vivimos juntos, es sin dudas, la manera más linda de coronarlo este ascenso tan
deseado y tan buscado.