Travesía a los 4 Refugios: una salida inolvidable con nieve, viento y lluvia

Para aquellos que les interese hacer este trekking, Carlos Gómez Nardo les comparte su experiencia de pasar por los 4 refugios clásicos de Bariloche: Frey, Jakob, Laguna Negra y López.

En primer lugar, es una caminata espectacular con vistas y paso por lugares, valles, arroyos, lagunas, bosques, paisajes y cimas de ensueño. En nuestro caso, a pesar de que comenzamos las charlas con Matías Ferrari, integrante de la Capitanía de Andinismo, para ir 4 o 6 personas, terminamos siendo 3 y a último momento solo 2, ya que uno de los integrantes de nuestro grupo, Matías Solé, tuvo la mala suerte de dar positivo en un test de Covid el día previo a volar a Bariloche. De la aventura participamos Juan Pablo Solé (50) y yo, Carlos Gómez Nardo (64).

Antes del viaje, tuvimos una charla informativa sobre la salida y otra técnica en las que abordamos muchas de las dudas que surgían en la previa. Además, tuvimos que realizar una prueba física que consistía en correr diez kilómetros en un tiempo determinado, un filtro necesario para poder determinar que estábamos a la altura del desafío.

El 7 de diciembre finalmente llegué al aeropuerto de Bariloche y me encontré con Juan Pablo, quien, como les adelanté, sería mi compañero en esta aventura de caminatas, trepadas, escaladas, descensos y pasadas por neveros, entre otras cosas.

Del aeropuerto nos fuimos al Refugio de CUBA donde nos recibió Mariano Mavric (encargado de la sede), con toda su amabilidad, predisposición y ayuda, y nos ubicó en una las habitaciones, no sin antes servirnos un té como solo en el Refugio se sirve.

Más tarde pasó Iván Bonacalza (guía de la Capitanía del Club), junto con Agustín Gonzalez (guía de montaña), nuestro tercer miembro del grupo y excepcional guía en esta travesía. Agustín e Iván nos dieron una última charla preparatoria y realizamos con ellos el chequeo final del equipo. Además, Ivan nos dejó crampones, bolsas para vivac, polainas y bandera del Club. Como el pronóstico del clima era lluvioso y ventoso, decidimos no llevar carpa y, en caso de que nos agarrara lluvia, cambiar nuestros planes de Vivac por una estadía en el refugio.

Esa noche, ya solos, preparamos nuestras mochilas para salir desde la base del Catedral hacia Frey a las 12.00. A esa hora comenzaríamos el ascenso con Agustin el “Colo”, nuestro guía, compañero paciente y conocedor de la montaña como pocos, quien nos llevaría con toda su seguridad y aplomo por todo este trayecto como si fuera fácil. A los que quieran hacerlo, solo aclararles que es todo menos fácil, es áspero pero también debo decir que, luego de un paso tras otro y de subidas y bajadas en el mismo día, se llega a cada refugio.

 


Día 1: Refugio Cerro Catedral (CUBA) - Refugio Frey

Iniciamos así nuestra travesía inolvidable, con pronóstico de lluvia intensa a la tarde y durante toda la noche. Este sería nuestro día más fácil, con una caminata corta de 3 o 4 horas, viendo desde arriba y hacia atrás “Arelauquen” y el Lago Gutiérrez, hasta pasar por el refugio Piedritas. Desde ese punto, la pendiente se hace más pronunciada, se cruzan algunos puentes y, sin pensarlo, se llega al Refugio Frey (sobre la laguna Toncek), nuestro primer objetivo. Tras llegar, nos apuramos en pedir lugar porque ya que estaba lloviendo, había mucho viento y decidimos desactivar nuestro plan de hacer vivac. Nos organizamos un poco, colocamos las bolsas de dormir en los lugares que nos asignaron que ya cuentan con colchones finos, sacamos algunas galletitas, barritas de cereales, nueces y almendras y nos tomamos unos mates en el refugio. Más tarde nos pasamos a otra parte del refugio fuera del comedor, pero con mesas, pedimos agua caliente y nos comimos nuestra comida liofilizada (que llevamos para todas las cenas del trayecto).

Luego, de a poco, cada uno de los que estaban en el refugio (alrededor de 40 hombres y mujeres) se dirigió al altillo donde todos debíamos pasar la noche, por suerte protegidos de la lluvia y viento intensos que no pararon en ningún momento.

Un tip que se repetirá en casi todos los refugios: no se puede entrar con botas, y la mochila queda afuera del lugar.

Resumen físico del día 1: caminamos 19,88 Kms; hicimos  27.239 pasos; quemamos 3871 calorías; y subimos el equivalente a 339 pisos.

 


Día 2: Refugio Frey - Refugio Jakob

Nos levantamos temprano, desayunamos algo ligero -ya que Juan Pablo y yo casi no desayunamos- y Agustín se arregló con sus infaltables mates. Esto, como contrapartida, nos daba ventaja para salir casi primeros de los refugios. Salimos con sol, y rodeamos la laguna, haciendo huella sobre la nieve todo el borde hasta llegar al extremo opuesto luego de pasar por unas sogas, escalones de hierro clavados y guiados por una cadena.  Luego, caminamos en ascenso y llegamos hasta la laguna Schmoll. Allí, con bastante viento, descansamos un poco, tomamos algo, y reanudamos la marcha, que comenzaba a ser más empinada y sobre nieve y roca hasta llegar a la “cancha de fútbol”. Una vez allí, caminamos un poco más, giramos hacia la izquierda y desde esa altura (1900 msnm) se vió el valle del Rucaco, con su tono verde característico de los valles que iríamos cruzando día tras día. A la derecha, se veía arriba el final de la silla de Nubes y las agujas del Catedral.

Sin parar, emprendimos el descenso hacia el “Rucaco” por terreno pedregoso aunque firme, cruzamos el bosque, algún arroyo y empezamos a ascender nuevamente hacia el filo sur del cerro Tres Reyes, donde paramos a descansar y almorzamos nuestras viandas (sándwich, manzana verde, alfajorcito y barra de cereales) que habíamos pedido en el Refugio Frey.

Ascendimos un poco más y, desde esa altura ya se veía abajo el Refugio “Jakob” (Gral. San Martín) sobre la laguna del mismo nombre.

Descendimos despacio y por bastante tiempo por piedra suelta hasta que se hace más suave, se cruza un arroyo (el bastón ayuda al equilibrio) y se llega al “Jakob”, sin duda el más moderno, espacioso y cómodo de todos, con habitaciones de 3 y 4 camas y con lugar para dejar la mochila adentro.

También tuvimos la suerte de conseguir lugar a pesar de no haber hecho la reserva, ya que estaba goteando nuevamente, y con mucho viento. No fue menor que Agustín conocía a los refugieros de los 4 refugios, lo que funcionó como un abrepuertas para dormir en el interior pese a no contar con reserva en algunos de ellos.

Bajamos rápido y llegamos a las 16.00, justo para escuchar por radio el partido de Argentina contra Países Bajos por los cuartos de final del Mundial junto con todo el refugio. Sufrimos los 90 minutos, más el alargue de 30' y los penales. Momentos únicos para todos al estallar en gritos con el último penal de Argentina entrando al arco.

Descansamos un poco después de todo el nerviosismo, luego pedimos agua caliente, comimos nuestra comida liofilizada, y nos fuimos a dormir para arrancar el día más duro del trayecto.

Tener presente que no se puede entrar con botas, y la mochila se puede entrar a la habitación.

Resumen físico del día 2: caminamos 20,35 Kms; hicimos  27.881 pasos; quemamos 3999 calorías y ascendimos el equivalente a 197 pisos por escalera.

 

 

 


Día 3: Refugio Jakob - Refugio Laguna Negra

Nos levantamos temprano, Juampa y yo tomamos nuestro desayuno frugal, Agus lo hizo un poco más contundente, y salimos a las 8.30, empezando con el ascenso por terreno escarpado y rocoso en dirección a la laguna de Los Témpanos, pasando por el “Pico Refugio”. Hasta allí fuimos ascendiendo en forma pareja y constante, a veces con más o menos inclinación hasta llegar a un punto en el que debimos girar hacia la izquierda, lo que nos permitió ver la laguna de los Témpanos bien abajo nuestro. Luego, debimos atravesar una parte con nieve y poco espacio, y caminar con mucho cuidado ya que resultaba muy empinado el terreno. Minutos después, tuvimos que ascender un espacio de 5 metros con nieve en pendiente hasta llegar a un hueco entre la nieve y la montaña para poder afianzarnos y seguir. Este paso lo hizo Agustín con piqueta, marcando escalones en la nieve.

Una vez del otro lado, tuvimos que escalar un poco hasta llegar a un punto en que esperamos que Agustín subiera unos 20 metros y fijara una cuerda en una chapa ya clavada a la roca. Allí nos encordamos y trepamos de a uno hasta llegar a otro punto donde nuevamente tuvimos que cruzar nieve en pendiente y sin lugar a errores. Cruzó Agustín primero como siempre, verificando la nieve y la seguridad, y luego Juampa y yo encordados. Ya había pasado la parte más vertical, donde cualquier error nos hubiera dejado unos 800 mts. abajo en la laguna de los Témpanos, y continuamos cruzando nieve (sin crampones, nunca los usamos) y roca en forma intercalada en ascenso hasta llegar a un lomo sobre la derecha previo a la cima del Cerro Navidad. Descansamos un poco, tomamos fotos y filmamos videos, nos distendimos un poco disfrutando de la vista y emprendimos el ascenso a la cima del Navidad por terreno más abrupto y con mucho viento.

Por suerte con el sol acompañándonos en ese tramo, llegamos a la cima (2150 msnm) en donde al fin descansamos, nos sentamos y almorzamos una picada de queso y salame que venía cargando desde nuestra salida Agustín, que en ese momento fue la mejor del mundo sobre la cima de todos los cerros cercanos.

Descansamos un poco, descargamos tensión y emprendimos la bajada viendo el valle en un descenso bien largo con nieve desde el filo hasta casi el valle y verificando contantemente la seguridad porque la nieve estaba blanda y era fina en muchos tramos. Un poco de “culipatín” (muy poco) y el resto clavando talones y bastones.

En este día hubo de todo y mucha adrenalina incluso hasta llegar al Mallín, con mucha humedad, y el río crecido que cruzamos unas 30 veces de una orilla a la otra directamente con el agua hasta las rodillas mojando las botas y zapatillas, ya que no había otra forma de hacer tantos cruces con el río tan crecido.

Como si fuera poco el esfuerzo del día, al final del Mallín nos esperaba el “caracol” de ascenso al refugio “Laguna Negra” (Manfredo Segre) en un borde de la Laguna Negra.
Este ascenso final no es menor, y se necesita mucha cabeza, pero al final “se llega”, palabras que repetía en mi cabeza mientras miraba para abajo mis pies dando un paso tras otro.
Finalmente, y en algún momento en forma inesperada llegamos al refugio, viéndolo a unos 500 metros adelante por terreno más plano.

Nuevamente empezó a gotear, y tampoco teníamos reserva, nos sacamos las botas empapadas, escurrimos las medias, entramos las mochilas y nos sentamos a descansar a la espera del agua caliente para nuestra comida liofilizada. Aún sin reserva, con el refugio completo y sin lugar, los refugieros nos hicieron un espacio corriendo mesas después que el último terminó de comer. Allí a las 23.30 nos desmayamos.

Tener presente que se puede entrar con botas, y la mochila se puede dejar adentro en el comedor del refugio (el lugar para dormir está arriba). Este refugio no tiene luz eléctrica.

Resumen físico del día 3: caminamos 22,5 Kms; dimos  30.816 pasos; quemamos  4654 calorías; y subimos el equivalente a 293 pisos por escalera.

 


Día 4: Refugio Laguna Negra – Refugio López

Acá sí desayunamos, después de semejante esfuerzo no era para menos y salimos nuevamente primeros, con un clima que no era auspicioso. Rodeamos la Laguna Negra toda con nieve a su alrededor ya que la caminata comienza del lado opuesto a donde está el refugio, cuidando de no resbalar en la nieve porque terminaríamos patinando directo a la laguna con mochila y todo.

Del otro lado empezamos a ascender por la roca, a veces suelta ,a veces no, hasta un mallín, que cruzamos y continuamos ascendiendo, y preguntándonos por donde ascenderíamos al López.

En ese momento, el clima se puso feo, nublado, con viento, goteó un poco y neviscó, ahí paramos y Agus nos avisó que quizá tendríamos que volver al refugio dependiendo de cómo evolucionara el clima.

Igual seguimos subiendo, calmó la nevada y en un momento Agustín sin mucho preludio nos señaló un canaletón que trepaba casi verticalmente por encima a la altura en la que estábamos y que desde allí parecía imposible de trepar, ni con cuerdas.

Sin más igualmente ya curtidos por el día anterior seguimos con nuestro ascenso sin demostrar emociones. Creo que tanto Jumpa como yo sentimos lo mismo pero ninguno dijo nada.

Pasamos un mallín, luego un bosquecito y empezó de nuevo la roca con intervalos de nieve, siempre ascendiendo, y seguimos así, acercándonos al canaletón, tratando de ver por dónde se subía, y sin darnos cuenta estábamos sobre el costado de esa canaleta vertical, habiéndola subido casi un tercio, y ahí nos metimos adentro por las rocas grandes todas sueltas y la cruzamos en diagonal hacia la derecha ganando altura, y la volvimos a cruzar en diagonal opuesta siempre por roca toda inestable hasta que poco a poco fuimos llegando arriba a una parte más leve y sin ser conscientes trepando por roca suelta estábamos en la cima del López…increíble sensación de tarea cumplida con un desgaste de 4 días.

Allí arriba nos reparamos del viento que seguía soplando y comimos algo viendo el Nahuel Huapi, el Moreno, y el hotel Llao Llao. Sin mucho más empezamos el descenso al refugio que se veía desde arriba a unos 600 mts.

Nos llevó un rato ya que la bajada es abrupta, con agua que corre sobre la picada de descenso, y finalmente llegamos al refugio, descansamos un ratito (poco), nos hidratamos y emprendimos la bajada primero hasta el restaurante y seguimos de allí hasta la base sin parar en una bajada pronunciada, o eso me pareció.

Resuemen físico del día 4: caminamos  25,96 Kms; hicimos  35.555 pasos; quemamos 4536 calorías; y subimos el equivalente a 206 pisos por escalera.

 

Desde la base nos despedimos de Agustín (un “crack”) y nos buscó el hijo de Iván Bonalcaza que nos llevó al Refugio de CUBA, donde Mariano Mavric, siempre con su hospitalidad, nos esperaba con unas milanesas con papas y huevo. Ya no me acuerdo si comimos 3 o 4, que fueron el remedio para nuestros pies. Un agradecimiento aparte merece Mariano por su disponibilidad y empatía.

 


RECOMENDACIONES

• Reservar noche, cena y desayuno en cada refugio, pero sin dudarlo en el Jakob
• Pedir vianda para cada día (es menos peso que llevar en toda la travesía)
• Medias de trekking: fundamental que aprieten bien el pie, no patinen y eviten ampollas
• Llevar bastón de trekking
• Celular en modo avión y cargar su batería en Frey y Jakob
• Llevar antiinflamatorio, analgésicos y cinta para lastimaduras
• Si se mojan las botas no pasa nada, al otro día se camina igual
• Usar remera sintética de manga larga, si se transpira o moja se seca más rápido
• Llevar guantes: unos de cuero amarillo de trabajo sin abrigo es suficiente para agarrarse de las rocas, abrigar y proteger las manos
• Anteojos de sol y gorra
• Bolsa de dormir -10° y aislante
• Mochila amplia (para meter y sacar cosas fácilmente)
• Campera fina de lluvia y polar fino con remera manga larga es suficiente para todo el trayecto
• Llevar nueces o almendras varias, galletitas de salvado y fruta (2), barras de cereales para los 4 días y sobres de jugo
• Llevar cuchara y cortaplumas
• Ojotas o alpargatas para cambiar de calzado en los refugios y a la noche.

Resumen: ¡Una travesía imperdible para cualquier caminante!

 

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