Historia de la Sede Palermo

Tras la intervención del Club, CUBA se dio a la tarea de recuperar los bienes perdidos, entre los cuales figuraba su campo de deportes de Núñez, entonces en poder del Club Hípico Argentino. La comisión formada para lograrlo estaba integrada por Lucas F. Ayarragaray, Eduardo Bruchou, Eduardo Pavlovsky, Mateo de la Peña, Marcelino Sepich y Francisco Torino. Más tarde en reemplazo de Ayarragaray y Bruchou ingresan Roberto López Novillo y Hernán G. Maers. Las primeras gestiones se orientan a conseguir un terreno y dependencias adecuadas para el Club Hípico Argentino, a fin de que éste devuelva el que antes ocupase el Club Universitario. Tras muchas gestiones ante las autoridades municipales, nacionales y el CHA, convencidos de que las autoridades de éste último club no deseaban abandonar las dependencias que ocupaban, optaron por buscar otro camino. Se iniciaron nuevas gestiones tendientes a obtener la derogación de las leyes en virtud de las cuales el Club Hípico Argentino ocupaba las dependencias de Palermo que antes pertenecieran al CUBA. Esto resulta imposible y tras otras gestiones realizadas, la comisión se abocó a conseguir un terreno en las inmediaciones del Velódromo Municipal de Palermo, ocupado anteriormente por el Club Industria y Comercio. Era un lugar de ubicación privilegiada y contaba con una gran pileta de natación, gran edificio, gimnasio, comedor y vestuario, todo en completo estado de abandono. También unas canchas de tenis, pelota, etc. que podían arreglarse a alto costo. Se gestionó simultáneamente ante la Intendencia Municipal y el Ministerio de Educación Pública de la Nación.

Así transcurren los años 1960, 1961 y 1962, en que el propio presidente López Novillo y la CD con insistencia piden como reparación a los perjuicios ocasionados al despojarlo de su antiguo campo de deportes de Núñez, la entrega de uno que pueda cumplir funciones análogas al anterior aunque haya que reestructurarlo. Se presenta un inconveniente: los terrenos y sus dependencias han sido ocupados por la Secretaría de Aeronáutica y por tanto la Municipalidad no puede entregarlos a CUBA.

Finalmente se consigue desocupar los terrenos y la Municipalidad los entrega a CUBA en concesión por 25 años junto con las instalaciones. Esto ocurre el 4 de octubre de 1963. el 10 de ese mes CUBA toma posesión. Lamentablemente, al producirse el cambio de gobierno, el Concejo Deliberante declara la caducidad de todas las concesiones de inmuebles realizadas por las autoridades anteriores. Pero a corto plazo, el 27 de diciembre ese mismo organismo gubernamental -luego de algunas tratativas- ratifica la cesión a CUBA El campo está sobre Av. Figueroa Alcorta y Belisario Roldán.

Pero había mucho qué hacer. La superficie era de 18.047 mts2 en estado deplorable. Se designó entonces una nueva subcomisión de obras integrada por los ingenieros Guillermo N. Burgoa, Armando Díaz, Arnaldo Ferrando, Adolfo E. Holmberg, Fredy C. Latté y Amílcar Visconti, como asimismo el arq. Juan M. Ramos Mejía. Limpieza y desinfección total, refacción de techos, arreglo del piso del gimnasio y pintura del mismo, reparación de las canchas, reacondicionamiento de los servicios cloacales y de aguas corrientes, reparación de tanques, etc. son parte de la tarea ímproba que había que llevar a cabo.

Para recaudar fondos se fijó una cuota adicional transitoria a los socios; se creó la Categoría Adherentes Mayores y Menores al Campo de Deportes de Palermo, y la de Plenarios en la que quedaban comprendidos aquellos que fuesen adherentes de la Villa y Palermo. Las principales instalaciones (pileta, 3 canchas de tenis, cancha cerrada de pelota, 2 canchas abiertas de pelota, gimnasio, vestuarios para socios y damas, bar, restaurante y oficina médica) se inauguraron a fines de 1964. Pero la inauguración oficial, con la presencia del intendente municipal, su secretario, el presidente del Concejo Deliberante y su secretario, y otros invitados especiales tuvo lugar el 4 de diciembre de 1965.

(Extraído de "Historia del Club Universitario de Buenos Aires 1918-1968" y de "Veinticinco años en la historia del Club Universitario de Buenos Aires, 1968-1993", Eduardo Martiré)